Lavar los platos

llit desfet 11/09/10, 07:57 pm

Ejercicio zen

Un gran ejercicio espiritual consiste en lavar platos.
El día que lo aprendí, algunas cosas empezaron a cambiar en mi vida. Desde entonces, no uso el lavavajillas. E intento, siempre que puedo, lavar platos en vez de ir al súper o a otros lugares atestados donde los ejercicios espirituales son más complicados. El ejercicio de los platos no consiste en lavarlos mientras tenemos ensoñaciones o pensamos en lo que haremos en el fin de semana, o en la oferta de la marca Equis, que
promete un ahorro del 0% porque, dicen, su producto está más concentrado que los de la competencia.
No, se trata de lavar platos y fijarse en el agua, o en el color verde limón, o en la espuma. E intentar que, fijándonos tanto, no se rompa el plato.

Comprendo que los lectores no sabrán si tomarse a broma este párrafo: lo suscribiría cualquier maestro zen. La tradición del zen está desvaneciéndose en Japón; por suerte los maestros repartidos por todo el mundo van divulgando sus enseñanzas. Y están logrando calar en Occidente, porque sus mensajes se adaptan a la sociedad actual, a sus prisas y sus escepticismos. De ahí el éxito de la Mindfulness, o atención plena, que nace de la meditación Vipassana.
La atención plena es una forma de meditación que practicamos, aunque no seamos conscientes, cuando estamos concentrados en algo. Quizá el ejercicio espiritual más elevado consiste en vivir el momento presente.

No se trata de sobrevalorar lo que nos llega de Oriente. Pero hay tradiciones, como el zen, que hasta hace poco el gran público desconocía. Hoy en día se abusa; los balnearios están llenos de espacios zen e incluso la revista Time definió a Zapatero, cuando estaba de moda su talante, como un gobernante zen.

Si estas tradiciones están cuajando es porque no son religiones ni tienen dioses ni dogmas ni en ellas existe el pecado, y porque cada cual las puede poner en práctica- casi sin maestros. Según todos los estudios sociológicos, en Europa la espiritualidad va al alza, mientras la religión va de capa caída.

El escritor Haruki Murakami, en su último libro, De qué hablo cuando hablo de correr (Tusquets/Empúries), afirma que cuando corre no piensa en nada, A veces, intenta pensar en la convulsa belleza:
«Mientras corro, me esfuerzo para pensar en el río. Y las nubes». Pero básicamente no piensa en nada, afirma: «Corro en un vacío. O, dicho de otro modo, corro para estar en un vacío». Sin saberlo, o sin decirlo, mientras corre, Murakami está practicando meditación. Como dijo Tich Nhat Hanh, correr es la meditación para occidentales. Con lo que resultará que, sin pretenderlo, ahora que medio país corre, los ejercicios espirituales son el pan de cada día. O quizá es que medio mundo busca ese vacío. Ya lo dijo James W .Douglas: «No ser absolutamente nada es serlo todo».

La semana que viene visita Barcelona Yongey Mingyur Rimponché uno de los más celebrados maestros de meditación tibetanos de la nueva generación. Incluso recibe elogio: de Richard Gere, aunque nadie sabe si eso es bueno o malo. En su último libro, La dicha de la sabiduría (Rigden institut gestalt), afirma: que el ejercicio más sencillo que podemos poner en práctica en el súper consiste en centrar la atención en los cambios que experimenta nuestro cuerpo al respirar durante un minuto. «Poco a poco, la impermanencia será como un viejo amigo : nada por lo que enfadarse, nada a lo que resistirse». Lo dicho: es más fácil lavar platos. Imposible no enfadarse en el súper cuando te dan la cuenta.

GASPAR HERNÁNDEZ

Isona77 12/09/10, 02:43 pm

Molt interesant aquest article. Al capdevall aconsiguerem que les tasques més sencilles i a vegades antipàtiques de fer ens resultin interesants per totes les coses que ens poden aportar.

Meditar es relaxant i si es medita abans de un d'aquells dies durs que tenim pel davant es prodigiós l'equilibri en que anem fent totes les coses sense gaire esforç.

arcoiris 14/09/10, 03:10 am

«Poco a poco, la impermanencia será como un viejo amigo : nada por lo que enfadarse, nada a lo que resistirse»

quizá es que medio mundo busca ese vacío. Ya lo dijo James W .Douglas: «No ser absolutamente nada es serlo todo».
Mira que deu ser dificil encontrar ixa vacuitat de la que parlen els Budistes.
De veritat el vacio es la felicitat?